Derechos Humanos

Colombia tiene una de las situaciones más críticas en el mundo con respecto a los derechos humanos. En primer lugar, porque el país vive un conflicto armado desde hace más de 60 años. Los diversos grupos armados legales e ilegales (guerrillas y paramilitares) se disputan el control del territorio y los intereses económicos. En segundo lugar, porque  la violencia política es omnipresente. Por último, el Estado aún tiene deficiencias en cuanto a la cobertura territorial y la gobernanza.

Todo esto explica indicadores preocupantes. Desde los años 50, cerca de 5 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares, cientos de miles se han visto obligados a exiliarse en el extranjero. El conflicto se ha cobrado unas 220 000 vidas, el 80% de ellos civiles, y 25 000 desaparecidos. 8 millones de hectáreas de tierras han sido usurpadas a sus legítimos propietarios. Las mujeres, las minorías étnicas, sindicalistas, defensores de derechos humanos y líderes de reclamantes de tierras se ven especialmente afectados por esta violencia generalizada en el país. La educación, la vivienda o el medio ambiente están siendo socavados por décadas de debilidad del Estado y las políticas abusivas de explotación de los recursos naturales.

Si el Estado ha tomado medidas en los últimos años para proteger los derechos humanos, siguen siendo insuficientes. Prueba de eso, la alarmante situación que actualmente enfrenta Buenaventura, ciudad del Pacifico controlado por los paramilitares que no dudan a cometer las peores atrocidades para qué los intereses económicos de la región, como el puerto marítimo, estén protegidos. El conflicto continúa a pesar de las conversaciones de paz, a través de las acciones bélicas de todos lados: los paramilitares, la guerrilla y las fuerzas armadas. También se puede mencionar el aumento preocupante de las amenazas, los asesinatos y la violencia contra los defensores de derechos humanos, en un país donde reclamar por sus derechos y luchar los de los demás necesita un cierto coraje, dado el riesgo de la represión por parte de grupos armados.

Desplazamiento, asesinatos selectivos, amenazas, torturas, ejecuciones extrajudiciales son por desgracia aún presente en Colombia. La justicia, por otra parte, no es eficace y la impunidad sigue siendo a menudo la regla. Y los grupos armados, sean quienes sean y a pesar de un conflicto que se atenúa en comparación con los años 90 – 2000, siguen teniendo poder en muchas partes del país, en la parte urbana pero especialmente en zonas rurales. Como legado de un conflicto largo y complejo, los militares culpables de abusos (ver la cuestión de los «Falsos Positivos» todavía escapan de la justicia ordinaria la mayor parte del tiempo.

Ante este panorama, la Red Francia Colombia Solidaridad ha hecho de los derechos humanos  una de sus tres temáticas de trabajo. Lleva a cabo actividades de información e incidencia, en relación con los socios de sus miembros y hacia de las autoridades francesas. Desde septiembre de 2014, el RFCS es también miembro de la Plataforma Europea para los Derechos Humanos en Colombia – Oidhaco – que abarca 35 organizaciones y trabaja directamente con la UE y la ONU en estos temas. De hecho, Francia cuenta como un país con un gran potencial de incidencia, con 79 eurodiputados en el Parlamento, pero también como país miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU hasta el 2016, o con el aumento de las relaciones diplomáticas entre los dos países.

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